Mira vos. Después de tantos años el cariño como se mantiene, es el de la lealtad que nos tuvimos, que nos tenemos ...
Hoy es tu cumpleaños y se me ha ocurrido llamarte para saludarte, lo hice con esa intención, la de sorprenderte.
¡Cómo es la vida para vos!. Sé que sos una persona muy sensible y de gran corazón.
Me acuerdo tu último estado, se te vino el recuerdo y por un tiempo no volviste a la realidad de los que estábamos a tu lado, los que pensamos en tus excesos. Todo era la ocasión para el trago. La
Chochi, era nuestra compañera de trabajo y ese domingo estaba como medio enojada con el sistema de la empresa. La
chochi saco una botella de
gin y dijo
que estaba mal de la garganta, se puso en un pedo mal.
Terminamos en una estación de servicio, vos tomando un
yogur y la
Chochi que no era gorda, era inmensa, termino
cayéndose al inodoro de la estación. Esa imagen, no era bizarra, sino más bien,
caótica ...
La subimos al taxi, vivía
lejísimos, le dimos un
montón de plata y le pagamos extra al chofer. Llego bien. Supongo que debe haber
chupado mucho porque vos, te llegabas a admirar.
Todo era un momento para chupar, en las únicas horas que no lo
hacías era en el trabajo.
Tu madre decía que no podías, hacer eso todos los
dias.
Hasta que un día tu organismo dijo basta y tu cerebro se fue de vacaciones a esa casona tan elegante en la que vivías.
Nos
reconocias, como visitantes de tu residencia.
Te recuperaste y yo, como siempre, me fui caminando por otros lugares.
Hoy te llame y te oí igual ... simulando. Un poco más de cara pero simulando.