Hoy pienso que gratificante ha sido esa curiosidad maravillada dever bandas consagradas, ver las locales ser testigo y participe de eventos. Tomar una casetera en mis tiempos de niñez y grabar de la radio un tema de Virus y gastar la cinta para escucharlo una y otra vez. Canciones que se reprodujeron en discketera y el láser era el artífice de escuchar otras canciones y las anteriores.
Hoy sigo con un sueño profesionalizado. Sentarme en un estudio de radio y decir: "Buenas noches, sé que estas solo y necesitas que alguien te diga que vamos las bandas, es bueno quedarse con una revancha".