Cabaret es una de esas películas que se denominan un clásico en el cine mundial.
Es una genialidad en los parlamentos osados del maestro de ceremonias del burdel, donde comienza esta historia particular, dado a la ironía que despliegan.
Personajes que parecen enajenados de la realidad imperante, ya que esta contextualizada en la época de gestación de la Alemania nazi.
Personajes que relatan historias de sueños de trascendencia. Donde el hambre y la discriminación los ensambla.
Las tristezas y las quejas de humanos los curten y a pesar de los sentimientos y las soledades no los acobarda.
Acompañados de un whisky se planta una despedida. Los personajes tienen un proceder prostibulario que los identifica ... pese a sus diferencias de status.
Sueños, enamoramientos y vida nocturna son los condimentos de esta obra.
Pesares y tristezas se esconden bajo sus maquillajes.
Hoy recibí una carta se las voy a transcribir.
Elena:
Te escribo porque no sé que le anda pasando a mi vida he recordado ciertas cosas que me han pasado y me encuentro con la sensación que existieron vivencias muy bellas que me despiertan cierta curiosidad.
He compartido momentos que hoy me doy cuenta quedaron con deseos de transcurrir...
Si tuviera la oportunidad de volver a una noche y a unos ojos tan bellos, una escena de velas y con olor a invierno. A un gesto que ha quedado inmortalizado en mi retina.
Una vez me desperté en la cama de alguien y sé que no fue algo que pasó sin significancia. Tengo deseos de volver a vivir no de la misma manera ese momento, prolongar esa charla, alargar ese beso.
Realizar un sueño y que mi cuerpo y mis palabras escribieran ese lugar.
¿Te pasó eso alguna vez?.
Amarrarse de las manos. Sentir la piel del otro y que sea sólo ese instante el más intenso... ¿Te pasó eso alguna vez?.
ALGUIEN QUE RECUERDA
Juro que me quede pensando. Lo único que puedo responder es que si tenes la oportunidad lo hagas. A veces no se trata de enamorarse, de amar, creo que es la necesidad de un reposo en la vida que ninguno deberíamos postergar.
Por lo general me siento cobarde, si me pasara lo mismo que a ese ALGUIEN QUE RECUERDA, no sabría como contactarme con el elegido de compartir ese momento, que pienso necesario muchas veces.
No se trata de amor, tampoco de calentura, ni siquiera de revivir lo que se vivió; se trata de elegir una compañía ...esa compañía.
Una desinteresada, a mi edad a esta edad y con esta "zabeca", sin trampas de enamoramientos, sacar la foto nada más.
a ustedes ¿alguna vez les pasó? ...
Elegí esta canción de THE CURE porque me hace acordar a mi adolescencia que quedo hace cinco minutos atrás, cuando me puse a pensar si esto me puede pasar o realmente me esta pasando.
Existen melodías. Hay juegos en la improvisación, unos oídos inquietos que ríen sin consideración.
Lo que parece rima luego se convierte en un puente que lleva a la disonancia. Eso es el jazz: una queja, un lamento pero que después se viste de juego.
"Evidence" es una de esas canciones que marcan un golpe adrenálinico. Notas de un piano en donde el pentágrama parece no contener más espacio pero el músico, en este caso, Thelonius Monk juega con la magia y sus dedos recorren un piano donde la armonía se vuelve una persecución que no deja de atrapar la atención, con sonido estridente.
Giros en la atmósfera, giros de una mente frágil y sensible.
Para mi primero fue Parker y después como corolario del be-bop es Monk.
Un piano, un estilo y siempre mi corazón. Época audaz para estos hombres de aspecto vulnerable por lo oscuro de su piel, por lo prohibido de su cultura. Ensañamiento brutal por ser diferentes. Llenos de sensibilidad.
Esta noche mis amigos he recurrido a este asilo, mi corazón tiene frío y busco mi niñez en estas notas. Ya sé imposible de volver, pero al menos recordarla.
"Evidence" es mi refugio, a los niños puede que no les guste el jazz, cuando se llega adulto parece que uno estuviera muy desnudo ante la realidad, entonces el jazz aparece como ese triciclo que me lleva a recordar ese bullicio tan armónico, tan deseable hoy.