Estábamos en el departamento de una amiga. Algunos eramos amigos y otros conocidos.
Después de tomar unos fernet y comer algo, siempre escuchábamos música.
Había unas amigas de Feli y queríamos hacerle la pata a un amigo nuestro con una de ellas, entonces se nos ocurrió antes de salir bailar unos lentos.
Todos formaron pareja, se apagaron las luces. Tato y yo quedamos para el final teníamos una relación cordial pero no pasaba nada más que eso y como dos adolescentes nos miramos y no nos quedo otra que bailar. Después de unos temas nos fuimos a ese lugar llamado "Cielo y Girasoles".
Tato y yo quedamos para el último en la "acomodada" de los taxis.
El taxista se veía poca onda. Íbamos hablando de cosas de "colgados", nunca habíamos tenido una conversación a solas; creo que yo me sentía un poco tímida porque había bailado lento con él quizás a Tato le pasaba los mismo... o me parece a mi porque nos habíamos fumado unos pitillos tabaco fantasía.
A pocos metros de nuestro destino, el chofer dijo que no tenía cambio y nos reputeo, Tato todo un caballero le dio el billete y el tipo antes de llegar estacionó el auto y se bajó. Tremenda situación, yo no sabía que hacer y seguíamos hablando entre nosotros sentaditos, nerviosos por separado como distrayéndonos para no levantar sospechas uno ante otro. En eso vimos a un amigo nuestro y desde adentro lo llamábamos pero no nos entendía saludo con la mano y pasó nomas.
Después de un rato largo, el taxista se había bajado para pedir cambio a otro taxista; cuando descendimos del auto empezamos a cagarnos de risa al contarnos todo lo que se nos había pasado por la cabeza : cosas como que el tipo quería parar a un patrullero porque nos veía raro o que el chabón era como el de la película "El coleccionista de huesos" y más.
Cuando llegamos al bar donde estarían todos ya había cerrado. El caballero Tato me acompaño a la parada del colectivo y me fui.
Ahora te cuento Tato que me arrepiento de no haberte partido la jeta de un beso porque bien lindo que siempre fuiste.
La canción que acompaña a esta remembranza es de Chet Baker, en realidad elegí esta historia como excusa para poner a este tema. Porque si bien el relato no se destaca lo salva el tema.
Con su mirada me acechaba. El brillo de sus ojos eran como cuchillos.
Escuche su voz grave y severa.
_ ISRAFEL te ha cautivado, me pareces una criatura con miedo en este instante, quizás sepas que voy a pedirte.
_ Ya lo sé y prefiero que no me lo imponga.
Hubo un eterno silencio entre nosotros. Abelardo Castillo me había inducido a la tarea más oscura que recuerde haber realizado en mi vida.
En medio de la noche me encontraba en el Washington College Hospital. Era un ambiente aséptico. Subí una interminable escalera y entré a una habitación, él estaba de espaldas a mi, frente a una ventana y sin darse vuelta me dijo: _ Buenas noches._ Me senté en una silla y se acerco.
Después de un tiempo resolví comenzar la entrevista.
_ ¿ Aún sigue escribiendo Sr. Poe?.
_ No es necesario, soy mi propia fantasía.
_ Sus relatos son considerados joyas de la innovación literaria universal.
_ No me complace saberlo.
_ ¿Cuál es el motivo?.
_ Morí miserablemente.
_ ¿ Acaso señor Poe buscaba el éxito y la fortuna?.
_ ¿ Quién no lo ha soñado? ... Todo lo que fui lo deje en esos relatos, en poemas desgarradores, yo me quede con el hambre.
_ puedo percibir cierta melancolía.
_ ¡ Estoy muerto, no tengo formas ni maneras!. ¡Por fin soy un fantasma!._ Ríe.
_ ¿Lo tratan bien aquí?.
_ No saben que estoy aquí. Vengo por las noches a realizar experimentos con los cadáveres. Colecciono almas.
_ ¿Qué hace en sus tiempos libres?.
_ Bebo.
_ ¿Aún después de muerto?.
_ Sería estúpido pensar que uno muere después de cada muerte por las mismas causas que la anterior.
_ ¿ Ha vuelto a ver a Virginia?.
_ ...
_ Usted es un genio?.
_Querida amiga yo estoy más allá del bien y del mal._ Larga pausa. _ Estoy cansado quiero volver.
_ Lo dejo en libertad. Gracias.
_ Hasta la próxima muerte. _ Puso su capa sobre sus hombros y desapareció.
Fuimos tres los hijos.
Sólo dos, el más grande y la más chica pasamos por el purgatorio de vivir, de ser testigos, de asistir a la realidad de la convalecencia de nuestra madre.
Me contaron hace poco que lloraste como un chico en el cordón de la vereda cuando todavía tibia nuestra María no respondió a la mañana.
Te vi en el velatorio y no sé porque sentí la obligación de darte el pésame, en vez de compartirlo.
Que solos quedamos con todo. Hubo incomunicación, cada uno mitiga su dolor por separado.
Que diferente que sos a nuestra hermana.
Que diferente soy a Uds. dos.
Me dio pena conocer tu dolor.
Recuerdo cuando mamá te hizo llorar retan dote porque le ponías salsa de tomate a mi muñeca y yo estaba harta del mismo chiste. Te hacías el cruel y la crueldad es otra cosa, es cuando el destino te quita a tu mamá, que en tu caso, también era la mía y también de la del medio o tal vez la crueldad fue la de ella cuando dijo :" que se la arreglen ellos".
Algún día voy a preguntarte como era el universo del vientre de nuestra madre, yo no salí de él pero sé que como hermano mayor te cuesta reconocer eso ... Lo sé porque el día que te obligue a revelarme esa verdad lloraste mucho también y no dijiste palabra alguna lloraste más. Me contaron que andas diciendo por ahí :" a mi hermana le gusta el jazz". Me imagino que te habras dado cuenta porque después de acostarla me encerraba en mi cuarto y desde mi ventana escuchabas esos sonidos que llegaban hasta tu casa que estaba cerquita de la mía.