NOTAS DE SAXOFÓN

Algunos domingos con el "Amante de Parker" salíamos a caminar y en nuestras charlas siempre la evocación era para... ya saben quien.

En aquellas conversaciones lo admirabamos, lo amábamos y llorábamos por él. Hasta escuchábamos sus armonías.

En Estados Unidos surgió en el jazz una corriente innovadora el Be-bop, cambatida por críticos y por el público. Por aquel entonces había comenzado la Segunda Guerra Mundial y la prohibición de realizar grabaciones declarada por la Federación Norteamericana de Músicos. Aproximadamente dos años de documentación, transición y refinamiento se perdieron para la gente, durante la guerra.
En esta época realmente se origino también una revolución en otros sectores como el económico, psicológico y racial.
El Be-bop musicalmente se volvió hacia la selva donde las armonías equivalen a la atmosfera del lugar geográfico y espiritual de los ancestros de los interprétes negros, a una filosofía de lo primogenito. Muchos acusaban de que el jazz se había perdido en las técnicas y en defensa de esto último muchos amantes de este movimiento afirmaron que las técnicas son efectos de causas emocionales.
Este movimiento dentro del jazz embebe a otros sectores del arte como la literatura acopañando el nacimiento de la generación Beatnik.
Estos jóvenes músicos crearon un estilo agresivo con el propósito que no les fuera redituable a los "blancos" para que éstos no se hicieran ricos a costa de los músicos negros,esto es a raíz que los blancos cobraban los derechos de autor, de esta manera imponiendo la improvisación en armonías modificadas fueron los afroamericanos quienes cobraban los derechos sin temor a los juicios por plagios.
También fue una reacción contra el cristianismo, considerado la religión del hombre blanco, es por eso que muchos de los representantes del Be-bop se convirtieron al mahometanismo.
Abelardo Castillo una vez recibió en su casa a Julio Cortázar, cuando éste entro justo en la radio que estaba encendida pasaban un tema de Charlie Parker. El anfitrión le dijo que era por casualidad y Cortázar le respondió que eso era natural.
Julio Cortázar dotado de la fantasía misma no se sorprendía de estos hechos, le pasaban cotidianamente y a propósito a continuación un fragmento de EL PERSEGUIDOR, cuento dedicado a la vida de Charlie Parker, que en este relato toma el nombre de
Johny Carter...