viernes, 11 de diciembre de 2009

yo quiero café en su casa y el mate en la mia

Que maravilla esta situaciones que estoy viviendo siempre por primera vez. Tengo una edad que ya es importante, no por la vejez,sino por el plano en donde uno tiene el compromiso de desarrollarse.
Creo que he sido una mojigata en algunos aspectos y recién hoy, me animo a esto de tomarme ciertos atrevimientos.
Vamos, cuál es la vulnerabilidad de la mujer, la del hombre?. Nadie es tan por ciento cruel.
Una chica sola que escucha por la radio a los Clash en Gogo Bordello, espacios de una tarde con un muchacho que intercalan casas para dormir. La primera vez que ella lo invito a su casa, todo parecía estar bien cuando a la mañana siguiente ella prepara un desayuno improvisado y lo invita con un café, cuando él quería unos mates; es ella que prefiere el café en casa de él.
Son los mismos pero bajo otro techo, el se siente conmovido y después de hacer el amor le quiere responder preguntas qué él mismo no puede ni siquiera preguntar.
"Todo es piel y nada más". Termina diciendo, entonces le respondo lo mismo que hace unos años: "Todo bien, ya lo sabemos".
Mi psicóloga dice que esto es una especie de amor, tan particular como los demás.
Entonces me permito este recreito amoroso de una vez por semana.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

... y lo bien que hacés.

Enrique

Anna C. dijo...

Ay, las relaciones... cada una tan única como las partes que la conforman...!

Anónimo dijo...

MUY BONITO... EH?